Tiempo Nublado, La Democracia Imperial, Octavio Paz

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE COMUNICACIÓN, LINGÜÍSTICA Y LITERATURA

ESCUELA MULTILINGÚE EN NEGOCIOS Y RELACIONES INTERNACIONALES

EXPRESIÓN ESCRITA EN ESPAÑOL

Nombre: Margarita Grijalva

Octavio Paz: La originalidad y la Repetición

En La Democracia Imperial el autor muestra su originalidad como idea abstracta al afirmar que Estados Unidos es un país sin historia y sin pasado, es único. Esta noción se refleja en la idea de que al no tener herencia, los norteamericanos escondieron sus orígenes inaugurando un tiempo nuevo donde la repetición no existe. Sin embargo, la originalidad se puede perder debido a la actual decadencia estadounidense que le ha devuelto al país su mortalidad, es decir, le ha dado historia, y lo ha llevado al plano de la repetición igualándolo a otros imperios que se alzan sobre un pasado histórico.

Los norteamericanos surgieron como el nuevo pueblo bárbaro; hombres y mujeres fuera de la historia. En este sentido, la barbarie se concibe como el estado original y puro del hombre antes de la historia y se evidencia a plena vista en la misma esencia estadounidense. Los Estados Unidos no tienen catedrales góticas ni arte renacentista, nunca sintieron el poder  de la nobleza hereditaria ni mucho menos conocieron el dominio de la monarquía absoluta; es un país sin ruinas y por ende sin herencia.  Lo más sorprendente es que los estadounidenses abrazaron esta realidad, así lo afirmó Octavio Paz (1983)  cuando escribió “los norteamericanos, con algunas excepciones, aceptaron el veredicto: un pueblo fuera de la historia era un pueblo bárbaro”

El año de 1930 marcaría el final de la anomalía histórica estadounidense acabando con  la originalidad que los caracterizaba y abriéndole paso a la repetición. Los Estados Unidos no han conocido el totalitarismo, tampoco han visto destruidas sus ciudades,  ni han sido invadidos; se puede decir que  hasta la llegada de la decadencia casi no habían sufrido los estragos de nuestra época, por eso la decadencia significa para el país la puerta de entrada a la historia, el punto de partida que les daría aquello que los norteamericanos han buscado desde siempre; legitimidad histórica. La decadencia se ha encargado de lavar el pecado original histórico, es decir la radical modernidad que caracteriza al país,  llevando a los Estados Unidos un paso más cerca de la gloria eterna y la fama terrestre que caracterizó a los pueblos romanos o asirios; pueblos que se han quedado inmortalizados en el tiempo y por ende en la historia.